Cuando el bueno de Severo llamó para dar comienzo al sorteo, muchos nos miramos pensado que era muy arriesgado echar "palante" la montería. La intensa nevada había vestido de blanco las cuerdas desde Cerrajeros a Selladores y no tenía pinta de aflojar. sin embargo, una inspección por parte de la organización constataba que apenas unos metros más abajo, en los barrancos, no había nieve ni niebla que impidiera la cacería con total garantía de seguridad.
Efectivamente al llegar puesto 6 de la Umbría la visibilidad era perfecta
. Un testero salpicado de encinas, lentisco y jara con un bonito tiradero, algo peor que el anterior y el posterior pero bastante aceptable.
Se soltó pronto, y se fueron sucediendo las ladras y los disparos si bien no de forma muy abundante, si de modo constante. No parecía que hubiera un atestón de marranos pero se estaba tirando bastante.
En nuestro puesto las rehalas dieron cara tarde y ya practicamente recogiendo. Aún sin excesiva fuerza de perros escuchamos como se levantaba un marrano que cumplió barranco abajo y le sacó tiros a dos o tres posturas. Cosa habitual con el día de agua y frío que tenía al personal más pendiente de cobijarse que de los de la mirada baja.
No puedo contaros nada del resultado porque a las cinco de la tarde estaba ya totalmente empijamado así que os podéis hacer una idea de mi rapidez en marcharme. Había en la montería mucha gente amiga pero el frío era más insistente.
3 comentarios:
Siempre es un placer coincidir con los hermanos Mas... Un abrazo amigos!!!
El tiempo nos dejó tan machacados que nos hizo salir por patas y no pudimos tomar una cerveza con vosotros. Tíos grandes los Matiaces,....pero grandes con cohones!!!!
Un abrazo Rafa
Veintitantos marranos se cobraron con dos o tres machos de categoría.
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