No soy de los que piensen, por sistema, que cualquier tiempo pasado fue mejor en esto de la caza. Pero conviene no perder de vista cómo eran las cosas monteras antes y ahora para conocer mejor la esencia de nuestra afición.
Por cortesía de nuestro amigo Rafa M. dispongo de las dos primeras fotos. La tercera es mía de una junta en Hatoblanco.
La primera, en blanco y negro, es de la Sierra de Andújar y a los de mi quinta nos pilla de lejos. Sabor tiene la foto para hacer un cocido con su pringá y todo.
La segunda sí les resultará familiar a los que salten de los treintaytantos y montearan de pequeños. Se ve la hilera de coches dirigiéndose hacia los puestos y se ven claramente dos landrover y un Patrol flanqueados por varios turismos. Y es que eso de que cada cual vaya con su magnífico todoterreno es cosa, como quien dice, de hace cuatro días. En la década de los 80 (no digamos antes) muchísima gente iba de caza con el turismo que tenía para todo. A lo sumo, disponía de algún cochecillo pequeño al que le metía más caña por esos carriles de Dios. En los primeros ochenta, aparecía algún potentado con un Ranger de esos cuadrados que te hacía la boca agua o gente de campo que se presentaba con alguno de los 4x4 que había en el mercado.
Recuerdo a mi tio con su R5 que se conocía Barranquillos como la palma de la mano, o al queridísimo Francisco Moris Paquilili, con su Seat 1430 cargado de alpacas de alfalfa. A mi collera Pepe Sánchez Garzón con un Renault 5 Turbo de color amarillo o a Paco Marín con su pandilla.
¿Recordais las baterías de LandRover dispuestas por el organizador para colocar las armadas? ¿Quién no ha subido en el remolque de un tractor para llegar hasta su puesto? ¿Quién de vosotros no ha viajado de vuelta a la junta enlatado en la parte de atrás de un todoterreno con todos los trastos revueltos y con alguna res dentro del coche?
Todas esas cosas son incomodidades incuestionables comparadas con los avances de hoy en día y, sin embargo, permanecen en mi memoria como algo entrañable,...delicioso.
Y la última foto es de nuestros días en los que, salvo ecuestres excepciones, llegamos hasta la mismísima tablilla con dos o tres armas, dos morrales, sillas, horquillas, trípodes y alguna que otra pamplina más. A favor, la evidente comodidad. En contra: meter 60 coches en una mancha, las prisas, quitarse a destiempo...etc.
En fin, este trío de fotos no es sino para que escarbeis un poco entre los recuerdos y evoqueis cosas de ayer, de hoy y de siempre.
Se os quiere.