Soy de los que piensa que en el escalafón superior hay una baraja buenísima de toreros. Las grandes ferias lo están demostrando: El Juli, Manzanares, Morante, Castella, Talavante, Perera, el Cid...y por si fuera poco, José Tomás en el horizonte.
Hoy me aparto de los tiempos presentes y me paro a recordar a Curro Romero. ¡Han pasado ya 11 años desde que se marchó de los ruedos!
No es que fuera yo un acérrimo partidario suyo pero me gustaba mucho. Me gustaba más Curro que los curristas. Me
gustaba verlo en los carteles y en la plaza y , sobre todo, me gustaba (y me gusta) que en la fiesta de los toros haya cosas, personajes subjetivos, que se escapan de la razón,inexplicables...como su arte. Calculo que tuve la suerte de verle en directo una docena larga de corridas. Algunas en los fatídicos "quinarios" de la década de los 80 cuando era anunciado cinco veces en Sevilla sin pegar un pase y otras en algún festival en Linares, en alguna tarde en Jaén y en la Maestranza en su última época en los años 90 donde dejó mucho mejor sabor de boca. ¡Incluso le vi, con mi "largo" de mi alma, cortar una oreja en La Maestranza en la corrida de la Cruz Roja en un octubre ya lejano.
Sin más reflexiones, lo recuerdo hoy aquí en mi cortijito de "intelné" mientras en Madrid las figuras "se dan de hostias", como debe ser, y en la sierra estas aguas refrescan el monte cuando los venaos ya van enseñando sus cuernas a medio formar.
Para ilustrar la entrada, además de esta foto que "mangué" de la página web de un fotógrafo frances de cuyo nombre no puedo acordarme y por tanto citar, os dejo una entrada (esta sí es mía) de la primera vez que le ví. Con toros de "El Viti", alternaban Curro Romero, José Fuentes y Curro Vázquez...¡cualquier cosa! Aquella tarde, el faraón se lesionó en una muñeca y no pudo acudir a torear al día siguiente a Colmenar Viejo donde lo sustituyó El Yiyo que murió en los pitones de Burlero.