Arrancaba Montesa su último fin de semana en tierras cordobesas con temperaturas bajo cero, y con la intención de aprovechar la penúltima etapa de la temporada.
Casas Rubias ya contaba con un claro cartel de montería cochinera, y a tenor de la muestra que había por toda la mancha, el éxito parecía asegurado. Y la mañana no defraudó, transcurriendo con un constante tiroteo repartido por toda la mancha, dando en el cemento un total de 55 guarros, de los que había que destacar 8-9 bocas importantes, de las que gustan. Junto a éstos, una docena de muflones y dos venados completaban el plantel. La caída del sol trajo de nuevo a escena el frio, trasladando el buen ambiente, las tertulias y risas a Montoro, cuartel general de gran parte del grupo de cara a la meta del domingo, La Loma de la Higuera.
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