En primer lugar hay que hacer resaltar una obviedad: La feria de Linares (taurinamente hablando) ya no es una feria puesto que no hay un ciclo de festejos sino un sólo espectáculo.
Es tan lamentable como esperado. A nadie que siga el pulso de la actualidad taurina le habrá pillado desprevenido. La Fiesta ha cambiado y Linares aún más. No tiene ya sentido comparar el cartel de San Agustín 2016 con cualquier otro del pasado.
La primera novedad es la vuelta de la empresa Matilla a Linares tras la experiencia de Juan Bajo y Collado Ruiz Toros. Yo, particularmente, saludo como una buena noticia el regreso de Funciones Taurinas al coso de Santa Margarita. Con todos los matices que se le quieran poner es una de las empresas más potentes (si no la más) del panorama actual.
Mirando la escueta programaciòn con buenos ojos habrá que convenir que, ya que es un sòlo día de toros, al menos el cartel está perfectamente rematado. Naturalmente se quedan fuera muchísimos nombres de interés pero los tres matadores anunciados son perfectos para Linares.
Curro Díaz, tras la ausencia del año pasado vuelve a su plaza en la que está siendo la temporada más importante de su vida. No solo por su condiciòn de Linarense, sino por el extraordinario momento que atraviesa se convierte en un aliciente del cartel al mismo nivel que sus dos insignes compañeros.
Manzanares y Talavante, dos toreros de la empresa, completan y dan fuerza al cartel. El primero, experimentando esta temporada un poso especial y una profundidad que no tenía en sus primeros años ya sabe lo que es triunfar en Linares y Talavante es quizás el matador en mejor momento del escalafòn y un torero al que hay que ver.
La ganadería de Luis Algarra está firmando una buena temporada y a estas alturas de campaña ya cuenta con algún toro premiado con vuelta al ruedo y otro incluso, de indulto. En Valencia, saltó Fusilero, del hierro sevillano, que ha sido uno de os toros importantes del año.
Còmo es natural, opiniones hay para todos los gustos y con el paso o no por taquilla la aficiòn dictará sentencia. Yo deseo que el público responda y que se vea una gran entrada. No olvidemos que el año pròximo se celebra nada menos que el 150 aniversario de la Plaza de Toros de Linares y un resultado positivo para la empresa podría hacer albergar esperanzas de hacer algo especial en tan señalada fecha. No es muy coherente exigir más festejos si en la corrida que se ofrece hay más piedra que público.
Queda tiempo aún pero una efeméride como esa se cumple una vez en la vida y es un hecho muy importante. Ya habrá tiempo de referirnos a ella pero sería bueno que autoridades municipales, empresa (la que sea) y propiedad ¿por qué no? fueran pensando en cómo conmemorar los 150 años de vida de un escenario singular del toreo.