Ya están confirmados, que no presentados, los carteles de la Feria de San Agustín con la reducción de una corrida de toros en el abono. Las combinaciones son las siguientes:
Día 28, Toros de Luis Algarra para Curro Díaz, Morante de la Puebla y José Mª Manzanares.
Día 29, Toros de Bernardino Píriz para Fermín Bohorquez, Diego Ventura y Leonardo Hernández.
Día 30, Toros de Zalduendo para Enrique Ponce, El Juli y El Fandi.
Desde que José Tomás anunciara que cortaba la temporada, se viene rumoreando en los mentideros que la Feria de Linares reduciría el número de festejos. No habrá sido, la ausencia del de Galapagar, el único factor que haya pesado para que la empresa tome esa decisión. Sin duda, la crisis galopante que azota nuestro país, cómo cae este año la feria (empieza en fin de semana y termina en Miércoles) y la triste realidad del poco tirón taquillero de la mayoría de los figuras han hecho que Matilla le pegue un tijeretazo al abono.
Los aficionados están (estamos) que trinan y se vuelven las miradas hacia la empresa, Funciones Taurinas, que auguraba que muchos de los dos mil y muchos abonos de la plaza de toros de Linares no se iban a renovar sin el atractivo del ínclito José Tomás.
No termino yo de ver censurable el recorte, por más que lo lamente. Una empresa está en su derecho, casi diría en la obligación, de buscar la rentabilidad económica a su inversión. ¿Acaso si Toño Matilla viera posibilidades de ganar dinero no montaría una corrida de toros más? Una no, quince montaba.
Ahora bien, se recoge lo que se siembra (y aquí si censuro) porque se ha cuidado poco a la afición que pagaba precios "maestrantes" por espectáculos mediocres, por ganaderías de renombre que embarcaban toros mal presentados, por poca imaginación, por escasa promoción de la Fiesta y de la Feria y ¡claro!, el pagano en cuanto le han abierto la puerta, pues ha huido (o va a huir, se presume) como alma que lleva el diablo agarrando con las dos manos la cartera.
La otra vertiente de este asunto se viste con el ropaje de la autoridad. Hay quien vuelve la mirada hacia el Ayuntamiento clamando por una subvención que desde hace años no se contempla. Me pongo la mano en el pecho y tampoco me atrevo a pedir, con la que está cayendo en la economía de familias y empresas, que el Excelentísimo rebusque entre las telarañas de sus arcas para sufragar corridas de toros. Aunque, bien mirado, se subvencionan tantas gilipolleces (en la feria y fuera de ella) que tienen escasa o nula repercusión social o económica para Linares que...no se, no se.
Tampoco la autoridad (la de la ciudad y la de la plaza) ha puesto mucho para conservar la solera, la seriedad y el prestigio que el coso de Santa Margarita tenía hasta finales de los 90. Presidentes de tercera y palcos que no defienden al aficionado se han sucedido llegando en la actualidad a una falta de rigor poco usual por estos lares. Tampoco eso ha ayudado a consolidar la feria.
En fin, que me lamento, no porque este año haya sólo dos corridas de a pie sino, porque una vez que se baja un escalón en estas cosas, luego es muy difícil subirlo. Y ya solo quedan dos peldaños.
El asunto debe tener muchos flecos. Algunos no los escribo por abreviar y otros, sencillamente, porque no alcanzo a verlos, pero vosotros si podeis recordármelos en los comentarios. Bueno eso y darme la razón, discrepar de mi opinión, ir quedando para la feria....lo que os plazca. Esta es vuestra casa.
Termino como lo haría mi amigo Salvador Santoro,: esto lo firma "uno que paga". ¡ole!