Después de la tempestad de Cebrián llegó la relativa calma del Barranco San Miguel.
Jornada centrada en los marranos con un día espléndido, muchos comentarios recordando la gran montería del día anterior y más modestas expectativas.
Se cobraron 18 marranos de los que dos tenían bocas importantes. Uno de ellos fue abatido por nuestro querido Pablo Silva y el otro agarrado por la buena rehala de Garnica que tan estupendamente guía Manolín. Se dió la circunstancia de que los marranos estaban concenrados en una zona de la finca por lo que unos pocos puestos "hicieron la montería" mientras que el resto tuvieron que contentarse con disfrutar de las carreras de las reses. Pronto una jugosa galería de fotos.
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