La criatura cumple cinco años.

Mañana, 2 de Noviembre, Monteros de Tradición cumple 5 años de vida. El parto fue en Hatoblanco, cerca de Brazatortas. Se engendró, sin embargo, cinco meses antes en Casa Popi una tarde de Junio del mismo 2009. Pero los padres ya venían conociéndose de bastante tiempo antes. Una mañana de Octubre, en una montería en Encamillos de resultados astronómicos, empezaron a intimar y en Montoro, en aquel mítico 13 D se inició una relación que tiempo después daría lugar a un grupo especial de monterías.

Aquella montería inicial de Hatoblanco cosechó un discreto resultado y la organización tampoco fue de "caracola" pero hubo de todo: Una paliza de andar para los de la cuerda, anécdotas sabrosísimas, una medalla de cochino para los Ramos Brothers, petardos, excelente comida, reglamentarios abundantes y una sobremesa deliciosa protagonizada por Popi en la que todos pusimos buena cara a las escasas reses y a los muchos kilómetros que quedaban de regreso.

Sobró ilusión y ganas. Parecerá un tópico, y  ciertamente en muchos casos lo es, pero la ilusión tan desbordante hizo que lo pasáramos en grande en aquel cortijo en medio del Valle de Alcudia.

Pasó la temporada y pasaron Doña Eva, Los Rasos, El Chaparrón...y han pasado más años y más monterías. Las más con excelentes resultados, las menos se cuentan por tropezones. Muchos aciertos y pocos errores jalonan la aún breve trayectoria del grupo que tiene como principal valor una personalidad perfectamente definida: Montear de forma auténtica entre amigos a precios razonables y...montear bonito.

Yo no milito en las filas de MT hoy día pero me siento uno de los quince padres de la criatura. Con ese aval me atrevo a felicitar a todos los miembros del grupo  y, a la par, animarles a que  conserven la esencia de la sociedad y a la dupla directiva, que siga trabajando incidiendo en lo bueno y tratando de mejorar lo malo con el deseo de que Monteros de Tradición cumpla un largo periplo por la historia de la Montería Española.

Felicidades y mucha suerte en La Cuesta del Gatillo.