Se hizo largo el trayecto por la vieja carretera 5101 hasta la entrada de Cebrián, La Loma y Corchuelos. Más fatigoso aún el recorrido por el carril polvoriento hasta llegar a la gran casa blanco y granito de La Loma de la Higuera. ¡Cuànta agua hace falta en la sierra!
Migas y abrazos nos desayunamos en una mañana agradable en la que no se palpaba esa tensiòn de montería grande. No había urgencias ni necesidades de rentabilizar el puesto sino las ganas calmadas de pasar un buen día monteando entre amigos en una finca excepcional. Nada más que eso ... Y nada menos.
Alguno ya empezò la mañana con buen pie, recuperando alguna res del Conductero cobrada con posterioridad y sorteo rápido para sacar el 3 del Manzano. Cierre con la mancha Matamoros del que guardo gratísimo recuerdo. Ameno trayecto gracias a la compañía y conversación de un jóven que apunta buenísimas maneras en esto de la montería como es Perico Carrasco y un disfrute para la vista comprobar la grandiosidad de esta finca desde las cuerdas y puntales que recorrimos.
Precioso y cómodo el tiradero del 3 del Manzano con un testero muy ajustadito a 70 metros con poco monte y veredas muy tomadas. Un pandero en forma de "U" haciendo el cauce del río que en su parte izquierda se hacía más largo e incómodo por la posición del sol. De esos puestos que piensas, para matar algo sólo tiene que pasar.
Y pasaron varias reses por la zona más alejada y difícil (no podía ser de otro modo) buscando el refugio de la mancha vecina. Varios muflones de mitad de la tabla, bastantes ciervas y un par de venados de más porte. Fuera de nuestro alcance todos ellos hasta que una pelota numerosa de ciervas revueltas con cuatro venados se descolgaron por la trocha más tomada hasta alcanzar la parte más favorable del tiradero. Sin demasiada dificultad le quitamos al grupo los dos machos más presentables y el pequeño Fran disfrutando como un loco. Aún no habían soltado.
Después de ese intenso comienzo la mañana discurrió con carreras salpicadas que fueron lógicamente espaciándose hasta que a partir de las 13:30 desaparecieron y nos entretuvimos viendo como el peque ponía a tiro su Winchester con munición de mistos hasta que llegó el turno de recoger. No nos pareció, de oidas, que hubiera tostoneo importante.
Después de la comida la gente iba con prisas y la recogida de carnes tenía tarea. Algunos rezagados que tenían que votar y lo pronto que se echa la noche encima hizo que la carne se descargara en la intimidad. Tan solo vimos el primer carro con unos cuantos venados pequeños y uno que atraía alguna que otra mirada. Se completó el plantel, de noche ya digo, hasta llegar a los 35 venados, otros tantos marranos y 4 o 5 muflones. Por encima de una media flojita, destacaron un venado bronce y un muflón del mismo metal.
Abrazos y felicitaciones navideñas para terminar nos despidieron de La Loma con el pensamiento de volver al que será el tercer y, probablemente, más interesante golpe a la La Loma de la Higuera en la mancha Matamoros. Expectación por todo lo alto para el cierre de campaña en la mítica finca cordobesa.
2 comentarios:
Un artista ese Fran. Tiene buenas trazas para ser un gran montero. Afición no le falta y buenos maestros tampoco.
Felices fiestas para todos!
A.G.Jr.
Bonita imagen padre e hijo, es bueno ver este gesto para todos los que nos gusta la caza nos enorgullece, para aquellas generaciones venideras aprendamos más amigos monteros de enseñar a nuestros hijos esta bonita tradición cinegética muy antigua y que debe perdurar
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