Largo tambièn el trayecto hasta el 4 de la linde del Ojuelo. Echar pie a tierra y comprobar que aireàbamos fue todo uno. Bonita cañada a la que se asomaban las reses con cautela y cuando se cargaban de aire daban media vuelta o faldeaban.
Diò la cara algun venado pequeño hasta que uno de màs porte apareciò pidiendo fuego de izquierda a derecha y propiciò un lance bonito con un tiro de jamòn que no lo frenaba y otro mejor colocado que hizo que rodara con estrèpito.
Lo fuerte del viento y lo grande de la mancha nos impedìa escuchar los tiros y las ladras en el resto de la monterìa hasta el punto de pensar que iba camino de patinazo serio. En esas estàbamos cuando un cordòn de 4 venados y alguna cierva a la cabeza aparecen por la ladera derecha buscando salirse de la mancha. Nos ven, aprietan el paso y mi hermano hace un tiro que toca pelo pero no sujeta al màs correcto de los venados. En el segundo, cuando ya el animal casi se perdìa lo alcanza de lleno desde atràs y cae el animal como una pelota.
Algùn venado pequeño acierta a pasar por nuesteo puesto pero el escaso trofeo le ahorra un disgusto.
Vuelta a la junta pensando en el pobre resultado. Y ño que fue pobre fue nuestro oido porque la gran mayorìa de los puestos habìan hecbo, al menos, un doblete de venados con la calidad que està dando el año.
Objetivos cumplidos. Ya està la mente y los sueños pensando en La Loma de la Higuera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario