






Varios venados, aún sin galones, entraron francos y a paso tranquilo frente a nosotros y los únicos disparos que recibieron fueron los de la cámara de Pilar. Un muflón de categoría se asomó desde el viso pero no abandonó la protección del cielo en su silueta y se descolgó hacia el 1 o el 2 del Manzano.
Más cercana la fuerza de los perros, entraron 3 venados en preciosa carrera y el mejor de ellos nos regaló su vida y un lance un tanto atropellado pero emocionamte. 14 puntas ddcentes para lo que está dando el año.
Mientras mi hermano asistía a un desfile de ciervas y venados pequeños por la parte más clara del tiradero, por la cuerda algún que otro macho más serio se tapaba
con el monte y la distancia sin poder tirarlos.
Largo camino hasta la casa disfrutando sin embargo la grandiosidad de esa nítica finca que es La Loma de la Higuera.
Apenas el primer remolque pudimos disfrutar en el cemento pero ya se veía que la gente había tirado con criterio porque casi todos los venados eran de bonitos para arriba. En los muflones, el nivel medio era mejor aún con varias roscas con pinta de metal.
200 reses de tiro entre los dos días (el Sábado fue una guerra) más un puñado grande de ciervas en dos días excelentes de montería.
Seguimos con la temporada del XXV aniversario y aún quedan platos fuertes.