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viernes, 2 de octubre de 2009
La cosa va de recechos: Berrea en Los Ancares.
A mi amigo Nono le adornan muchas cualidades. No conocía, sin embargo, la facilidad que posee para escribir relatos tan bonitos y amenos como este en el que nos cuenta su última peripecia venatoria en tierras leonesas. No perdais detalle:
Allá por el mes de Febrero de 2009 recibo una carta certificada de la Junta de Castilla-León comunicándome que había sido agraciado con un permiso para recechar un venao selectivo en la Reserva Regional de caza de Los Ancares. Sin pensármelo dos veces, y después de algunos tramites burocráticos, partí a final de Septiembre hacia un pequeño pueblecito del Bierzo Leones llamado Vega De Espinareda, a los pies justo de la Reserva y donde haría cuartel general y de donde partiría a todas mis expediciones. Breve contacto con el celador de caza y tras una tranquila charla y puesto en antecedentes de la forma de cazar por esas sierras, me marcho a descansar, pues el madrugón que me espera va a ser importante. Ni que decir tiene que a pesar del cansancio acumulado tras 800 Km. de carretera no pegue ojo, ya que mi nerviosismo y ansiedad eran latentes.
El plan trazado era el siguiente: tenia para mi solo tres días de caza en una Reserva de Caza de 12.000 hectáreas y tendría a mi disposición tres celadores. Ni que decir tiene que la densidad de reses en estas sierras es muy inferior a la que tenemos en nuestra querida Sierra Morena. Pues bien me comentan y aseguran sin ningún tipo de error, pues dicen tenerlos bien contados, que tan solo hay 30-32 venaos en toda esta extensión. ¿Como encontrar un venao en tanto terreno? Era como buscar una aguja en un pajar. Bueno me comentan entonces que allí la forma de cazar es atalayar a primera hora de la mañana y desde la parte mas alta de la sierra intentar localizar un venado y luego tras 3 o 4 horas de entrada intentar ponerse a tiro del bicho. Para ello utilizan unos catalejos impresionantes con una cantidad de aumentos innumerable que tienen un alcance aproximado de 4-5 Km.
Bueno, al grano que me enrollo. El primer día me voy con un celador mientras los otros dos se sitúan en los altos de la sierra estrategicamente. Recibimos la llamada de uno de ellos a través de la emisora y allá que trasponemos, pues habían localizado a un venao que pastaba tranquilamente junto a una cierva. Al llegar al sitio hasta donde podemos dejar el coche empezamos la entrada y empieza mi sorpresa puesto que aquello era una maraña impenetrable de brezos y helechos entrelazados llegando incluso a una altura de 3 metros. Tras 2 horas de acercamiento y siguiendo las instrucciones del celador por la emisora, porque como os podéis imaginar allí no se veía nada, llegamos a un pequeño bosque de robles donde se suponía que estaba el venao. Esperamos otra hora y viendo que no se movía el celador decide ojeármelo para que así al menos pudiera intentar tirarlo. Así lo hicimos y ni que decir tiene que el venao salió por donde no lo esperaba, corriendo que se las pelaba y solo viéndole la parte superior de la cabeza y la cuerna. Tiro a tenazón, instintivo y venao a tomar por c.... Cabreo correspondiente y al hotel a dormir.
Por la tarde hicimos otra entrada, muy bonita y mas sencilla, a otro venao y, cuando por fin lo tuve a tiro, no me dejaron tirarlo, pues se trataba de un venao homologable (según el celador plata) y eso no era lo que tenia asignado. Nuevo cabreo y de nuevo al hotel, llegando casi a las 11 de la noche, después de andar 2 horas por el monte sin luz alguna.
Al segundo día vuelta a lo mismo y de nuevo al monte con el correspondiente madrugón. Subimos esta vez al monte mas alto de la sierra (1650 m. aproximadamente) y desde aquí bajaríamos hasta el valle (450 m.) donde nos aseguraban había un venao que nos podía valer. Viendo el desnivel de terreno que teníamos que salvar, pues no había otra forma de entrar al valle, imaginaros las esperanzas con las que iba, y más tras la paliza del día anterior. No os cuento la paliza que nos dimos, por abreviar, para llegar de nuevo a otro bosque de robles, donde de nuevo se había escondido el venao, pues ya eran cerca de las 12 de la mañana(habíamos empezado a andar a las 7.30 de la mañana) y el calor apretaba. No había mas remedio que hacer lo que el día anterior, ya que seguramente estaría acostado y no se levantaría hasta el atardecer. Allá que va el celador, el venao que sale como alma que persigue el diablo, tiro largo aunque apoyado (215 m. medidos con telémetro) corro mucho la mano y ........ le pego en la pata delantera dejándolo cojo, se tapa con el viso y no puedo secundarle el tiro. Cabreo correspondiente, me cago en la madre que parió a "panete" y a buscar al bicho (no queda otra solución). Nos comenta el celador de arriba que el venao se ha refugiado en un arroyo muy tupido de helechos y zarzas, prácticamente inaccesible. Llamada a otro celador que se encuentra en el pueblo, para que suba con los perros porque según el celador es la única manera de sacarlo de allí. Tras otra hora de caminata rompiendo monte, llegamos a un sitio desde el que mas o menos dominamos la posible huida del animal. Nos sentamos a esperar a que lleguen los perros y mientras tanto sugiero al celador nos mejoremos un poco, pues hay un sitio por la parte de arriba del arroyo que no dominamos bien. Así lo hacemos y al movernos oímos un fuerte arroyón de monte y vemos salir al venao por el pecho de enfrente, de culo y a una distancia aproximada de 190 m.(medidos con telémetro). Autorización del celador y a pulso y sin darme tiempo a poyarme le pego un tiro que se va a criar, rápido cerrojazo y le pego un segundo tiro que le da en el culo y lo sienta desriñonado (ya no te vas, pensé para mi). Ya tranquilamente monto el trípode y lo remato con un tiro en la tabla del cuello que lo deja en el sitio. Fuertes abrazos con el celador y alguna lágrima, que corría por mi cara, de satisfacción por el esfuerzo y la recompensa es lo último que recuerdo antes de ir a por el animal. Tras llegar a él, las fotos de rigor, abrazos de nuevo y a tirar del bicho hasta sacarlo al camino. Gracias a Dios que llego el otro celador que venia con los perros y pudimos sacarlo entre los tres, tras otra 1.5 horas de arrastre.
Durante todo el rececho he usado mi querido Mannlincher caja larga del calibre 30-06 con balas RWS Evolution de 184 grains y un visor Swaroski 1.5-6x42 (el que uso normalmente en montería). Un arma un poco corta para estas experiencias, pero al ser el primer rececho que me tocaba no disponía de otra cosa.
Os puedo prometer que en todo lo contado anteriormente no hay ni una pizca de exageración y para que quede constancia de la dureza de esa sierra os remito a las fotografías que acompañan esta crónica. No me importa si alguno no lo cree, pero para mi quedará el recuerdo de todo lo vivido cada vez que vea el trofeo disecado de mi VENAO colgado en lugar preferente en la pared de mi casa.
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11 comentarios:
Bonito relato. Un poco extenso pero muy bonito, y el rececho tuvo que ser muy trabajado. Enhorabuena.
Zapador
Felicidades por el rececho. Las cosas que cuestan trabajo, se valoran más.
D.V
¿Volverás por allí arriba, Nono?
¡Vaya con Nono! ¿Te estás buscando un hueco en la revista Trofeo? Buen artículo amiguete.
Felicidades por tu venao
Si señor, eso es un rececho, mi más sincera ENHORABUENA, y el relato magnífico.
Un saludo
Muchas gracias a todos por vuestras felicitaciones.
Paco a día de hoy, todavía con el cansancio por la paliza y aún con "heridas de guerra", te diría que no. Pero en cuanto pasen unos días y se me olvide te aseguro que volvería por allí con los ojos cerrados.
NONO.
Felicidades amigo Nono ante todo por el trofeo y despues por la forma de cazarlo , yo personalmente he vivido 3 dias mas o menos como tu dices pero sin fruto y la verdad que cuando las pasas p...... y luego lo consigues es para emociomarte y luego se te olvida pronto de echo yo he vuelto a recechar este año pero ha sido ir y topar asi pues.... es bueno por el trofeo pero tambien gusta sudarlo . Felicidades nuevamente y a recordar el lance.
CALIFA
Muchas felicidesde rubio!!!espero que la racha siga, y empieces por lo menos igual de bien la temporada.Un abrazo!!!
CGON
La verdad que esas sierras son muy duras ,las conozco.
Pero una recomendación para la próxima,cambia el telemetro por un visor con mas aumentos.
Evidentemente seguiré tu consejo y cambiaré de visor, pero te diré que el telémetro no era mio sino del celador, que allí si los tiene la Junta de Castilla-León bien surtidos de equipamiento, no como en Andalucia.
Gracias y un saludo.
NONO.
Primo NONO,disfrutastes tanto con el rececho como el domingo comiendo
papas en caldo con conejo.
Enhorabuena y un fuerte abrazo.
Oxigeno.
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