Como comentó mi hermano en un post pasado debuté el pasado sabado en La Loma de la Higuera. Amaneció con lluvia, y ese mal comienzo no ayudó en nada a que pudiera templar los nervios hasta el momento de encararme el rifle. Ni que decir tiene que dormí poco, muy poco.
Una de las cosas que hicieron el día extraño, afortunadamente, fue la prontitud en la "liturgia". Desayuno tempranero, sorteo veloz y armadas montadas antes de las 11.00. Las circunstancias lo requerían. Extraño, pero bien.
A pesar de tener un puesto con un balance final más que digno, dos venaos, cochino con boca interesante y dos ciervas, no terminé de estar comodo. De eso tuvo buena culpa el viento "fuerza 4" que soplaba en la zona y una entretenida tormenta eléctrica que, a pesar del rile, directamente me acojonó. Fue extraño también.
Por último, eché en falta algo más de tiros, en una jornada en la que se podían matar pepas.
Han pasado dos días y ya tengo el mono en la chepa. Que pase pronto.
Ciao. Julio.
P.D. Ya teniamos que estar puestos
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