Los últimos serán los primeros. Umbría del Gato

Fotos. En el 5 de la Casa, la collera Varón&González se hicieron con dos marranos en un puestazo en el que hay que ser muy fino para quitarle la caza. Abajo, Travieso, de la rehala rossonera de Garnica. Manu Villar y amigos contentos con su venao de la Umbría.
Aunque era una montería de menor entidad, en el sorteo había ilusión por sacar las tarjetas que daban acceso a las armadas del Gato y el huerto en las que hay puestazos con tiraderos de impresión muy tomados habitualmente por reses y marranos. 
Los puestos de la parte alta de la finca, más cercanos a la casa, no sacaban sonrisa a sus propietarios que buscaban alicientes sobre el plano de la mancha.
Sin embargo, a lo largo de la jornada se comprobó que la caza estaba más volcada en la parte de arriba y hubo puestos tradicionalmente discretos que cumplieron muy bien. 
En la armada de la Casa, por ejemplo, disfruté de las carreras de las reses toda la mañana. Incluso, recién soltados los perros, un "Garnica" de nombre Palomillo me metió en el puesto un venado que casi se lleva colgando el catrecillo. Tuvo que alejarse un poco para que pudiera meterlo en la cruz con más comodidad y hacerme con él.
En el 2 de la casa cumplió otro venado y en el tres hicieron lo propio varios marranos empujados por la rehala de Rafael García, de Andújar. Dos de ellos tiró Julio y dos mató sacudiéndose con dos pildorazos del 30 06 los mareos y angustias que traía a primera hora. Muy solícitos y profesionales Rafael y su compañero, sin ayuda de los cuales no hubiera podido cobrar Julio un marrano grande de cuerpo y mediano de tablilla.
Pero en la junta y antes, en la comida, Manu Villar se convirtió en el hombre del día al cobrar un espléndido venado que hizo corros sobre el cemento. Tampoco se quedó atrás José Antonio Montes que en el 2 del Huerto se entretuvo en matar cuatro venados y dos marranos. Queda claro que no tiene que poner el rifle a punto. Enhorabuena a los dos.
Algún marrano con boca más y algún venado bonito de montería sin muchas estridencias entre los 30 ciervos y 35 marranos presentados con cierto retraso en la junta.
Buen humor, abrazos y despedidas especialmente efusivas ya que hasta después de Navidades no vuelve Montesa a salir a la sierra. Un mes de descanso que a muchos se les hará largo pensando en el fin de semana de Hornachuelos.