Dos figuras del toreo, buenos profesionales, ganado de categoria en los corrales y aficionados cabales en el palco. Todo eso hubo en la plaza "colorá" de La Marquesa. Bueno, eso y todos los duendes del mundo, o las musas...o la inspiración, llámelo usted como quiera.
Pero algo mágico ocurrió ayer en ese roalito de campo bravo entre Linares y Vilches que tienen los Morales.
Finito de Córdoba y Daniel Luque despacharon una vaca y tres toros que tuvieron el común denominador de la importancia en sus embestidas aunque con distintos matices. Hubo enbestidas nobles (las más) y alguna complicada pero todas con el fondo de calidad que tienen la "L" y la estrella.
También fue pareja la disposición de los toreros de oro y de plata durante toda la jornada. Inspirados, con ganas de prepararse y, en algún caso, haciendo un esfuerzo poco habitual cuando no se está enfundado en el de luces.
No tiene sentido hacer una crónica detallada de la labor de un torero cuando se está preparando pero no me resisto a contaros cómo disfrutó Finito y como nos hizo disfrutar a los cuatro privilegiados que lo vimos con un noble colorao de Torreherberos. Física, mental y (¿por qué no?) espiritualmente Juan Serrano está para hacer treinta o cuarenta tardes medidas y hacer disfrutar al personal con el toreo de más kilates del escalafón. Estoy dispuesto a apurar lo mucho o poco que le quede a este pedazo de torero mientras él sienta esa ilusión de hacerle esas cosas tan bonitas a los toros. Para abrir boca, había cuajado de cabo a rabo a una vaca con una profundísima embestida.
Luque, por su parte, con la hierba en la boca, tiene otra meta: La de mandar en esto. Y está preparado para plantar batalla a los figurones más distinguidos del panorama. Que lo vaya a lograr o no, lo dirá el tiempo, pero cualidades para estar ahí, le sobran y es el momento. Lo dejó claro con dos toros (uno de ellos, un tío con toda la barba) que le pidieron el D.N.I, libro de familia, carnet de conducir, ITV y toda la documentación habida y por haber. Estuvo cumbre.
La armonía que reinó durante todo el tentadero entre ganaderos, toreros e invitados cristalizó, al cabo, en una tarde noche mágica de arte, sensibilidad y torería que no atino a contar. Cante, toque y toreo de salón para paladares exquisitos y para prosas mejor dotadas. Yo no puedo describirlo...ni quiero.
Día imborrable, ya digo, en el que la calidad humana de los profesionales salió a relucir a la par que la calidad torera.
Enhorabuena Alberto.
2 comentarios:
Qué gran torero Finito. En momentos le ha faltao cabeza y valor pero clase, toa la del mundo tiene.
Y Luque es un superdotao que puede ser capitan general. Aunque tiene enfrente un Juli que no es normal.
Suerte a los dos y a Torrejandilla que triunfen las ganaderias de la tierra y esten en las ferias importantes.
En la tapia.
que suerte tienes tio. Ves cosas muy dificiles para un aficionado. Disfrutar de un tentadero asi en un peazo de ganaderia como La Marquesa.
D.V
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