Nosotros nos acoplamos a la postura desde el primer momento y jugamos los lances muy acertadamente. lástima que no entrara alguna res más porque estábamos finos.
Destacar la prontitud en colocar los puestos, en soltar y en recoger. A las dos y media estábamos disfrutando de una comida excelente.
50 venados de los de Arrebolares, una docena de marranos y un buen montón de ciervas subieron al marcador como resultado de un buen día de montería en el que el trabajo de las rehalas fue destacadísimo. De las que yo ví, especial mención a las de Gildo, Poncho Moraleda, Juan Morales y Angelillo.
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