En las fotos: Lista de dos armadas. Algunos ya no están con nosotros pero hay muchos dando guerra todavía. Algún parte de los resultados de las monterías. Pepe Martínez con un buen venado de Arrebolares. La junta de carnes en Barranquillos.
Miro en el cajón de los recuerdos y pongo aquí delante de vosotros los primeros que tengo en lo que a andanzas cinegéticas se refiere. Viene al pelo, además, por el cercano éxito cosechado por el Grupo Miranda en las cuerdas y pechoenfrentes de Barranquillos para comprobar cómo han cambiado las cosas y los hábitos monteros.No atino a ponerle una fecha exacta pero fue en la primera mitad de los 80 cuando una sociedad de amigos disfrutaba y regía los destinos de esos pelaos que tienen un cortijo al ladito. Era un grupo heterogéneo que tenía en común una afición desmedida por la caza. Había jóvenes y viejos, monteros veteranos y novicios sin experiencia. Ellos no tenían internet, ni blogs, ni móviles y no tenían que esforzarse para que los días de caza tuvieran aroma a montería de verdad, a montería de siempre. Simplemente tenían ese aroma hacíéndose las cosas con los recursos que había al alcance de la mano que eran menores que los que hoy día disfrutamos.
Para empezar, la finca no estaba mallada, y los inicios no fueron fáciles (echadle un vistazo al parte de caza del año 82) pero muchos sabeis lo agradecida que es esa finca y poco a poco fue dando frutos el trabajo realizado llegándo a matar ¡más de cuarenta reses en una finca abierta! Hace treinta años eso era un aténtico campanazo.
El caso es que durante aquellos años se celebraron varias monterías míticas, recordadas tanto por los resultados como por el excepcional ambiente que en ellas se vivía y no sólo en el día de la cacería sino en los previos y en los días posteriores. Anécdotas, bromas continuas e ilusión desbordante es lo poco que recuerdo muy nublado en mi memoria de aquellos días de caza y lo mucho que me han contado. Muchos parroquianos de Toros y Caza estaban en la nómina de socios y no me dejarán por embustero cuando digo que fueron unas monterías extraordinarias las de aquellos años en Barranquillos.
Llegaron después administradores, orgánicas y peñas hasta nuestros días en los que juan Lillo y su Grupo Miranda son los encargados de llevar los mandos y organizar magníficas monterías como la del Domingo pasado y que contribuye a elevar el cartel de esa finca entre los monteros "del terreno".
Para vuestra curiosidad o cuelgo alguna foto de la época y alguna documentación de las monterías de antaño.
Se os quiere.
9 comentarios:
el guarda en aquellos años debía ser Rafael "El Brujo".
Oxígeno, tu andabas por ahí en aquellos tiempos, ¿eh? Algun ratillo que otro has echao en esas cuerdas.
D.T
Hola a todos.El guarda se llamaba
Casimiro"El Brujo"y,como bien dice
D.T,algun ratillo que otro tengo
echao en esas cuerdas.
El primer año de coto dimos un gancho para matar el gusanillo y solo se mato una marrana.Delsegundo
ya teneis los resultados.
La Junta directiva La componian
Manolo Zamorano,Andres Mas,Pedro Mas,Yo mismo y D.Francisco Moris
"Paquilili"que fue el que nos metio
a todos el veneno en el Cuerpo y que amaba la sierra como pocos.
Se pagaba de cota 35000 pts y a final de temporada se daba una comida para los socios y,algunos años,se devolvio dineros despues de 2 monterias al año.
Un fuerte abrazo para todos.
Oxigeno.
Magnífica entrada, si señor. Los documentos y las fotos rezuman montería. GRACIAS
Un abrazo
Recuerdo que la primera vez que me subió mi tio Andrés a la sierra fue a barranquillos. Yo tendría 8 o 9 años y cuando vi como destripaban y despellejaban el conejo para la comida, yo le dije "tito, eso te lo vas a comer tu. yo quiero mis salchichas Campofrío"
Pero me envenenó mi tio de mi alma. Y tenía cojones en llevarse a un mocoso como yo a sus correrías.
¿Cómo se llama la persona que acompña a Pepe Martínez en la foto?
Lo conozco y no le pongo el nombre
Bonita entrada, con sabor añejo. La sana competencia es una maravilla en esto de los blogs. Estais tantos en tan pocas hectareas que cada vez nos regalais más calidad.
Es una gozada disponer de tanta y tan buena oferta.
Un saludo Paco.
Yo voy un poco más alla en ese recuerdo de mi hermano.
Después de renunciar a la comida por ver como despellejaban al conejo terminamos sentados en el escalón de la puerta de la casa comiéndonos un platano para quitarnos el hambre.
Recuerdo que había bueyes que eran gigantes, o eso parecía, teniendo en cuenta la visión de dos niños de 6 y 8 años.
Y recuerdo un coche blanco, creo que era un 1430, con un volante negro enorme con dos "aros" que andaba por la sierra mejor que cualquier todoterreno de ahora.
Enga!!
Con el 1.430, conduciendo mi Padre por la Sierra y por los carriles, entrabamos donde no lo hacian los " Juan-Robles" de los guardas; allí me enseño a conducir y como pasar por barrizales sin quedarse.
Buenos recuerdos.
Rafa M.
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