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viernes, 9 de octubre de 2015

Testeros y pechoenfrentes.

¡Qué rico es el lenguaje serrano! Amplio y variado según las zonas, da sobradamente para un diccionario como el firmado por el maestro Mariano Aguayo con el título "Vocabulario general de la Montería Española" y algunas otras obras escritas por diversos autores aficionados a la caza.
Hoy día se escucha con frecuencia la palabra "Testero" para describir un puesto cuando el tiradero del mismo es una ladera enfrontilada con la ubicación de la tablilla. A mi me suena a vocablo de nuevo cuño, de la última década. Al menos en mi zona de "operaciones" (la Sierra morena que cabe entre Andújar y Aldeaquemada) no escuchaba yo eso de testero en mis años mozos.
Se empleaba más el término "pechoenfrente" o incluso "puesto de balcón" que era lo que todo el mundo quería que le dijeran cuando sacaba su sobre en el sorteo.
Sea como fuere, el caso es que hay testeros y testeros. Los hay cubiertos de monte bajo, los más apreciados para mi, donde las reses se sienten abrigadas por la vegetación y, cundo se ven apretadas por los perros o los tiros, la densidad de la jara no las deja huir a galope tendido y se atrancan en el monte. Son dificultosas para los marranos pero el cervuno se ve, se tira y se mata divinamente. se me vienen a la memoria posturas en Barranquillos con esos barrancos gloriosos, o Pozas Nuevas donde los marranos te pueden dejar sin balas en uno de esos "laeros".
También hay pechoenfrentes con monte alto, como el de la fotografía que ilustra este post. Me tiran menos porque las reses suelen ir con prisas y como no les estorba ni su sombra pues corren como alma que lleva el diablo en cuanto sienten un "jai" o un "tacatínnnn" cercano.
Esta de la foto, sin embargo, me hizo tilín. Ese "tres" puesto en la parte alta de un barranco no es que goze de la mejor visibilidad pero en la parte alta se dejan ver bien los venados y, una vez ubicado en el púlpito de piedras, entre copa y copa de pino, a unos 60 metros se puede tirar muy bien a una res si se tiene previamente identificada. Por debajo, la falda es del tres, y lo que corre arroyo arriba también lo domina el número impar. Los marranos estarán para otro número o para otra armada incluso.
Se acerca el momento de desenfundar las armas y reencontrarnos con lo que más nos gusta, la sierra autentica y pura. Y yo, para volver a vernos en Toros y Caza aquí estoy escribiendo de cifras y letras.
Dedicado a los parroquianos que en el verano visitan este roalito de Internet, ven la puerta sin barrer y las persianas echadas y, sin decir ni pío, vuelven a la mañana siguiente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Como siempre Paco emocionandome con tus comentarios, yo soy de la sierra de Huelva y vivo en Sevilla, pero me considero hijo adoptivo de esa Sierra Morena que tantos buenos ratos me ha echo pasar y los que me quedan si Dios quiere.. Ya no queda muy poquito para vernos, ah¡ no te vendas tan caro hombre que nos alegra los dias con tus historias siempre apasinadas. Un abrazo amigo

Miguel Varon