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sábado, 16 de febrero de 2013

Juan Mora en Torrehandilla



´Todo estaba como siempre y sin embargo tenía el día algo de especial.
 Los mismos cabales de siempre en el palquito. El ruedo, como cada día de tentadero, una moqueta. La hospitalidad de los ganaderos, grande como la clase de las vacas que había en los corrales...en fin, como siempre.
Y sin embargo, a mis ojos parecía una tarde especial. Sería esa luz de finales de invierno que pintaba la placita "colorá" más coqueta y campera que nunca, o sería que los toreros impregnaban con su actitud los derroteros de una tarde de tienta en La Marquesa.
Desde luego, Juan Mora está en su segunda juventud. Da gusto verle torear en el campo con el poso ese tan difícil de conseguir. Tiene la afición y las ganas de un veinteañero y la elegancia y naturalidad de un torero en sazón.
Estuvo magistral con tres vacas de distinto estilo pero con el común denominador del excelente fondo que atesora Torrehandilla-Torreherberos. Estuvo el extremeño suave y templado con la nobilísima colorada. Una vaca, no. ¡Un bombón! Con la segunda, de más motor y que embestía por abajo como si cada muletazo fuera lo último que hiciera, estuvo profundo y mandón. Y la tercera, más complicada, le obligó a hilar más fino en cuanto a distancias, colocación y toques hasta que encontró el camino y le pegó dos o tres tandas con la derecha jaleadas desde los burladeros como si de batallas mayores se tratase. A buen seguro fue la que más le sirvió para prepararse.
Intervinieron también Gil Caracho, con la firmeza y determinación del que quiere volver a sentir su profesión y Pedro de Flora que crece día a día como torero. A caballo, uno de los picadores de la casa, Antonio Martínez Campos que picó con la eficacia y estilo campero que le caracteriza.
Gran tentadero, en definitiva con un torero y una ganadería que van a dar muy bien que hablar en el 2013.
Y el único que estuvo con prisas y sin temple fui yo, que por cosas del trabajo y responsabilidades familiares me tuve que ir antes de degustar la sabrosa tertulia y un par de "reglamentarios". Otra vez será.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muchas gracias por relatarnos tan hermoso tentadero,al describirlo me lo imagino y que gozo para mi sentiniento de aficionado.