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jueves, 23 de junio de 2011

...y cómo han cambiado las cosas.

No soy de los que piensen, por sistema, que cualquier tiempo pasado fue mejor en esto de la caza. Pero conviene no perder de vista cómo eran las cosas monteras antes y ahora para conocer mejor la esencia de nuestra afición.
Por cortesía de nuestro amigo Rafa M. dispongo de las dos primeras fotos. La tercera es mía de una junta en Hatoblanco.
La primera, en blanco y negro, es de la Sierra de Andújar y a los de mi quinta nos pilla de lejos. Sabor tiene la foto para hacer un cocido con su pringá y todo.
La segunda sí les resultará familiar a los que salten de los treintaytantos y montearan de pequeños. Se ve la hilera de coches dirigiéndose hacia los puestos y se ven claramente dos landrover y un Patrol flanqueados por varios turismos. Y es que eso de que cada cual vaya con su magnífico todoterreno es cosa, como quien dice, de hace cuatro días. En la década de los 80 (no digamos antes) muchísima gente iba de caza con el turismo que tenía para todo. A lo sumo, disponía de algún cochecillo pequeño al que le metía más caña por esos carriles de Dios. En los primeros ochenta, aparecía algún potentado con un Ranger de esos cuadrados que te hacía la boca agua o gente de campo que se presentaba con alguno de los 4x4 que había en el mercado.
Recuerdo a mi tio con su R5 que se conocía Barranquillos como la palma de la mano, o al queridísimo Francisco Moris Paquilili, con su Seat 1430 cargado de alpacas de alfalfa. A mi collera Pepe Sánchez Garzón con un Renault 5 Turbo de color amarillo o a Paco Marín con su pandilla.
¿Recordais las baterías de LandRover dispuestas por el organizador para colocar las armadas? ¿Quién no ha subido en el remolque de un tractor para llegar hasta su puesto? ¿Quién de vosotros no ha viajado de vuelta a la junta enlatado en la parte de atrás de un todoterreno con todos los trastos revueltos y con alguna res dentro del coche?
Todas esas cosas son incomodidades incuestionables comparadas con los avances de hoy en día y, sin embargo, permanecen en mi memoria como algo entrañable,...delicioso.
Y la última foto es de nuestros días en los que, salvo ecuestres excepciones, llegamos hasta la mismísima tablilla con dos o tres armas, dos morrales, sillas, horquillas, trípodes y alguna que otra pamplina más. A favor, la evidente comodidad. En contra: meter 60 coches en una mancha, las prisas, quitarse a destiempo...etc.
En fin, este trío de fotos no es sino para que escarbeis un poco entre los recuerdos y evoqueis cosas de ayer, de hoy y de siempre.
Se os quiere.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

...pues con menos tecnología y menos de tó, con esos coches se llegaba a muchos sitios. ¡Qué tiempos, joder!
Lucho

Anónimo dijo...

me acuerdo también de ver, desde la ventana de casa, a Pepe Martínez con su bmw blanco con 3 cabezas de venaos en el techo al regresar de la montería del Rey.
Me quedaba de chinorri con la boca abierta.
Paco

lesaqueño dijo...

si, pero yo a ese trapo no entro. da lo mismo ir a la finca con lo que fuese, marcan epocas, aventuras, de eso no hay duda.
lo que marca las diferencias es como se iba a los puestos, ahi si que esta la diferencia, para lo que es puramente la monteria. si encima es en andujar....
yo tambien me quedo con una beneficiencia en las ventas de los años 60 y una monteria en andujar en los 60.
el arma montera, es otra cosa. pienso que no toca en un bloc de caza y toros, desde luego mucho mas importante que los vehiculos.
saludos

Anónimo dijo...

Una armada poniendose con bestias, es una de las estampas, quizas más añorada de la monteria tradicional,esa añoranza y esos recuerdos, costumbres y formas de montear deberiamos volver a implatar en la monteria actual,tan falta de principios,respetos y valores, por su voragine comercializacion.

Picatoste dijo...

bueno, todo ha cambiado mucho.
Los coches, las armas, las fincas, las mallas cinegéticas, los cupos, los precios, los modales....No todo ha cambiado a peor, pienso yo. Hay que evolucionar y adaptarse a los tiempos. Pura ley de vida, entiendo.
Hoy ha tocado hablar de coches, pero es sólo un pretexto, como digo, para hablar de dónde venimos y a dónde vamos, cinegéticamente hablando.

Anónimo dijo...

me encantaba ver de niño, en las monterías de los Chamocho, los Land Rover colocados en fila para llevar a la gente a los puestos.
Desde luego es más cómodo ahora, aunque quizás perjudique porque la gente se quita cuando no debe.
D.V.

blog caza dijo...

Los tiempos cambian y siempre ha de venir un desarrollo para que la humanidad progrese, la cuestión es que ese progreso destruya las tradiciones y socave las buenas costumbres. En el mundo de la caza estamos viendo reflejado mucho de ello y la importancia de que los avances no deben suponer otros retrocesos

JUAN EUGENIO ORTEGA dijo...

Estas fotos me han recordado mi primera montería, donde fuimos mi padre y yo con Renault 4, casi na y no nos quejabamos de los caminos. Entoces se veían muy pocos todoterrenos (años 70 en Andújar).

Saludos Paco.